Kunisaki

Kunisaki es una pequeña localidad situada en la península del mismo nombre en la prefectura de Ōita, en la isla de Kyūshū, uno de los destinos turísticos más interesantes de Japón. Esta región es conocida por su rica cultura budista y una historia que se remonta a muchos siglos atrás. Uno de los lugares más emblemáticos de Kunisaki es el templo Futago-ji, fundado en el siglo VIII por el monje Ninmon, que forma parte de un complejo más grande de templos y monasterios budistas. Esta área es popular entre quienes practican el budismo y buscan tranquilidad espiritual. Kunisaki también es conocida por sus numerosas esculturas de piedra y tallas que representan diversas deidades. Esta región se destaca por un paisaje único dominado por colinas y bosques que se pueden disfrutar al caminar por una de las rutas locales, como el sendero largo Kunisaki Hantō Minemichi. Esta red de senderos interconectados recorre sitios históricos y antiguas rutas de peregrinación, ofreciendo una visión de la tradición japonesa de la caminata. Los amantes del arte y la cultura no deben perderse la visita al museo municipal local, que exhibe obras de arte y artefactos relacionados con la historia de la península. Esta región también destaca por el cultivo de cítricos, incluidos los famosos kabosu, que se utilizan como especia en numerosos platos locales. Una experiencia culinaria que vale la pena reservar durante su estancia es degustar platos locales que utilizan estas frutas, ofreciendo un sabor único de la región. Kunisaki, con su profunda inmersión en la tradición y su belleza natural, es un lugar que deja una impresión inolvidable.